El Fiqh de las Relaciones entre los Musulmanes

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Allah reveló la Shar’iah como una forma de misericordia para la humanidad y toda la creación. La creó para que abarcara las necesidades y el bienestar de Sus siervos en la vida terrenal y la otra vida. Entonces, lo que Allah ordena conlleva bienestar y beneficio para el siervo, y lo que prohíbe implica un perjuicio y daño. 

Es por ello que los que adhieren a esta religión y la acatan, sujetándose a los derechos de Allah y Sus Siervos serán los más allegados a conseguir la felicidad en esta vida y la otra, acercándose a la perfección en su fe; serán los más felices en esta vida y disfrutarán de un buen final.

Así ocurre en las sociedades humanas: la vida más honrada, confortable, bendecida, estable y segura es para aquellos que acatan su religión y actúan acorde a ella y recurren a sus mandamientos a través del habla y las acciones.

Quien se ponga a reflexionar respecto de la condición de los musulmanes hoy, encontrará una contradicción explícita entre lo que Allah ha encomendado en relación al respeto de Sus Derechos y de los de Sus siervos, y su negligencia  en cumplir estos deberes hacia Allah y mantener los derechos de Sus Siervos.

Muchas personas piensan que la taqwā (temor a Dios) implica solamente cumplir con los derechos de Allah excluyendo los de Sus siervos.  

Creen que la religión involucra solamente la relación de una persona con Allah haciendo caso omiso de cualquier relación con los seres creados y esto los lleva a desatender en forma parcial o completa los derechos del prójimo, transgrediendo fácilmente los derechos causando daños y perjuicios.  

Los verán cumplir con los ritos de adoración, adhiriendo a las obligaciones de la  Shari’a, esforzándose para mantener sus actos de adoración voluntarios, cumpliendo puntualmente con los actos del alāh (rezo), awm (ayuno), recitación del Corán, recuerdo de Allah, así como otros actos, sin tener consideración alguna respecto de su relación con las demás personas. Además, suelen considerar que los modales no son algo importante, sufren de envidia, odio, arrogancia, auto-indulgencia, opresión, transgresión, traición y decepción. No cumplen con sus promesas y rompen las relaciones familiares, son desobedientes y violan los derechos de los demás perdiéndose su confianza. Difunden rumores metiéndose en los asuntos privados de las personas olvidándose de ocuparse de sus propias cuestiones. Estas actitudes contradicen las buenas formas de educación y religiosidad que afirman respetar. Ignoran el hecho de que una persona educada será recompensada por sus buenos modales y los que no lo hacen serán castigados. Piensan que hacerles daño a las personas es aceptable a pesar de que sea peor que hacerse daño a sí mismo ya que los derechos de las personas están basados en la justicia y los derechos de Allah están basados en la tolerancia y la indulgencia. En consecuencia, cualquiera que transgreda los derechos de Allah puede arrepentirse pero a los que transgreden los derechos de los otros no se les puede garantizar el perdón.

La transgresión de los derechos de los siervos implica la transgresión de los derechos de Allah y los de Sus siervos. Allah (Alabado y Glorificado sea) no acepta la opresión de Sus Siervos y el más amado entre Sus Siervos es el que más beneficia, cuida y mantiene los derechos e intereses de su prójimo.

 

La verdad es que estas personas destruyen lo que construyen y desbaratan sin saberlo todas sus buenas acciones y obras. Se esfuerzan para realizar los actos obligatorios y aconsejables pero terminan no teniendo nada. Realizan buenas acciones como el rezo, el ayuno, la caridad  y el recuerdo de Allah pero terminan borrándolas cuando realizan pecados haciéndole daño o abusando de los demás. Además, es posible que la recompensa de estas buenas acciones sea inferior a oprimir y transgredir los derechos de las personas. ¡Por Allah que es una grave pérdida dramática y un fracaso y perjuicio real!

 

En un lugar opuesto están los que no respetan los actos de adoración de la Shar’ia  pero se esfuerzan en tratar a las personas en forma amable, asociándose con ellos en lo que es bueno, ganándose su amor y respeto y protegiéndose de su mal. Pero sin embargo hacen esto por razones mundanales y no porque busquen una recompensa de Allah (Alabado y Glorificado sea). Se han olvidado o no están conscientes de que los buenos modales constituyen uno de los actos de adoración que más acerca la persona a Allah y hace que se gane Su Amor y Satisfacción. En consecuencia, es la responsabilidad de cada musulmán mantener las buenas maneras y esforzarse para adoptarlas buscando la recompense de Allah (Alabado y Glorificado sea). Además, cuando la persona tiene una intención sincera esto transforma el acto en un acto de adoración que lleva la recompensa a multiplicarse y eleva su grado ante Allah (Alabado y Glorificado sea).

Si alguien estudia los textos que han sido mencionados en los que se alienta a tener buenos modales, se maravillarán de su importancia y significado sorprendiéndose de cómo una persona puede ser recompensada por adquirir estas buenas maneras. Sin dejar de mencionar el honor y el buen final que le serán otorgados a los que poseen estas buenas características. Uno podría también asombrarse de las personas que son negligentes y se prohíben a si mismos estas bendiciones a pesar de que sea algo simple que puedan realizar para esta vida y la otra.

Así que no sólo han fracasado en respetar los derechos de los demás tratándoles de buena manera y absteniéndose de hacerles daño sino que además les han causado perjuicio. Esto resulta en dos graves pecados. Han perjudicado a las personas a través de dos formas: transgrediendo y dañándolos y fracasando en cumplir con sus derechos. Actúan en forma negligente hacia los terribles castigos que acarrean sus actos.

 Como resultado de todo ello, debemos dejar en claro que las personas deben tomar en cuenta la importancia de cumplir con estos derechos y de las graves consecuencias que sus actos conllevan. Es posible que las personas sufran maltrato de una persona que conozcan u otra que pertenece a su familia  ¿pero temerán a Allah sobre sus advertencias? ¿Acaso les aconsejarán, cumplirán con sus derechos y evitarán oprimirlas, ganándose de esa forma el amor y la complacencia de Allah (Alabado y Glorificado sea) y de la gente? ¿O acaso seguirán lo desaconsejable perdiendo en esta vida y en la otra separándose de Allah y la gente?

 

Por: Dr. 'Abd Al-'Azīz b. Fawzān Al-Fawzān

Traducido por: Umm Abdulkarim

Fuente: http://islamicstudies.islammessage.com/Article.aspx?aid=271

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