Fundamentos teológicos presentes en el Corán para una convivencia pacífica con otras religiones III

fundamentos

Análisis de la terminología utilizada por el Corán y la Sunnah relacionada al diálogo interreligioso

 

A pesar de que el formato del diálogo interreligioso moderno fue desarrollado dentro de un contexto no islámico, el Islam tiene muchos conceptos y términos que representan  el lenguaje para el proceso del diálogo interreligioso.

El diálogo interreligioso no significa comprometer las creencias religiosas de los participantes, sino acercar, entender y respetar las creencias de los demás a través de la educación. Por lo tanto, no se busca crear un sistema de creencias unificado, sino aceptar las diferentes creencias y crear una atmósfera amistosa de coexistencia pacífica. Sin embargo, tal atmósfera no puede ser asumida siempre y en todo momento. Los musulmanes que participan en el diálogo interreligioso deben esforzarse para clarificar el lenguaje del Corán, acerca del cual algunos no musulmanes con frecuencia tienen serios malentendidos. A continuación mencionaré algunos de estos términos seguido de explicaciones aclaratorias.

Ta‘aruf (تعارف): es un término que significa conocer, entender y construir relaciones. Una reunión de diálogo interreligioso puede ser llamada maylis ta‘aruf[1]. Dice en el Sagrado Corán:

“¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre y una mujer, y os congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis los unos a los otros”. (49:13).



[1] Lit. Reunión de conocimiento mutuo.

El diálogo interreligioso asume que la diversidad es de origen divino. El Corán apoya esta creencia, declarando explícitamente que Allah, en Su sabiduría y con plena intención, creó diferentes naciones y tribus. Pero el Corán también afirma que Allah quiso que la gente buscara reconocerse mutuamente y aprendieran sobre sus diferencias (li ta’arufu).

Islah (إصلاح): Este término significa construir vías de comunicación, reconciliar, restaurar las relaciones y resolución de conflictos.  Por ejemplo, el Corán llama a los que construyen vías de entendimiento y reconciliación como muslihun[1]. Claramente, este término está vinculado al significado de la búsqueda del diálogo para la coexistencia pacífica y las buenas relaciones. Otro derivado de la misma palabra es sulh[2].

“En muchas de las conversaciones secretas no hay ningún bien, salvo que sean para realizar una caridad, una buena acción o reconciliar a las personas”. (4:114). 

“Dijo: ¡Oh, pueblo mío! Ciertamente me baso en una prueba evidente de mi Señor, y Él me ha proveído un generoso sustento. No creáis que os impondría algo que yo mismo no cumpliría. Sólo pretendo hacer algo por vuestro bienestar en la medida que pueda, pero mi éxito depende de Allah; a Él me encomiendo y ante Él me arrepiento” (11:88).

El Corán pide a la gente hacer justicia en todo momento:

“Medid y pesad con equidad, no os apropiéis de los bienes del prójimo, y no obréis mal en la Tierra corrompiéndola, luego de haberse establecido la justicia. Esto es mejor para vosotros, si es que sois creyentes” (7:85).

El diálogo interreligioso tiene como objetivo trabajar para traer islah (reconciliación y construcción de justicia), como en los casos de mediaciones en casos de discriminación por religión, raza o nacionalidad.

Muyádalah (مجادلة): Este término coránico describe una instancia del diálogo interreligioso, que es el debate teológico, sin embargo el Corán estableció una ética a esta práctica al pedir a los musulmanes mostrar respeto por el prójimo durante el debate.

“No discutáis con la Gente del Libro sino de buen modo, y no lo hagáis con quienes sean irrespetuosos, y decid: “Creemos en lo que nos ha sido revelado a nosotros así como en lo que os ha sido revelado a vosotros. Nuestra divinidad y la vuestra es una sola, y a Él nos sometemos” (29:46).

Esto enseña que el musulmán ante la diferencia dialoga de manera educada y evita el lenguaje ofensivo. Debe aclararse, sin embargo, que muyádalah no es un sinónimo de diálogo, pues ambas actividades tienen objetivos y estructuras diferentes. Lo que sí tienen en común es un compromiso por el respeto y evitar la violencia.

Ihsan (إحسان): Este término viene de la raíz hasn que significa mejorar, embellecer, ofrecer lo mejor de uno mismo. El Corán educa a los musulmanes que se involucren en el diálogo interreligioso que hablen educadamente y muestren respeto y compasión, incluso si sus interlocutores no lo hacen:

“Si eres maltratado responde con una buena actitud, sabiendo disculpar, y entonces verás que aquel con quien tenías una enemistad se convertirá en tu amigo ferviente” (41:34).

Al-hikmah wa al-maw’idat al-hásanah (الحكمة و الموعدة الحسنة): El significado de esta frase es “hablar con sabiduría y bella exhortación”.

Dice Allah en el Corán:

“Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría, bella exhortación, y arguméntales de la mejor manera. Tu Señor sabe bien quién se extravía de Su camino y quién sigue la verdadera guía” (16:125).

Este versículo fue revelado durante los últimos años de residencia del Profeta (P y B) en La Meca, cuando él y sus seguidores sufrían la más severa persecución. El Corán enseñó a los musulmanes que respondieran a la persecución de los mecanos ejercitando la paciencia, mostrando sabiduría y dando buen consejo.

Ta‘awun (تعاون): Este término significa la cooperación para el bienestar general. El Ta’awun es el principio subyacente al entendimiento actual del diálogo y la resolución de conflictos. La gente se junta en el diálogo interreligioso para entender al otro y trabajar juntos para el mejoramiento de la comunidad:

“¡Oh, creyentes! … Que la enemistad que tenéis con aquellos que os impidieron llegar a la Mezquita Sagrada no os lleve a transgredir la ley. Cooperad para obrar en el bien y apartarse del mal, y no cooperéis en el pecado y la transgresión” (5:2).

En el libro Interfaith Dialogue, A Guide for Muslims se menciona:

Cuando los musulmanes ayudaron a las víctimas del Huracán Katrina en los Estados Unidos con comida, albergue, y otras actividades de servicio, en una aplicación práctica de este principio, cuando hubo un terremoto en Pakistán y los centros islámicos recolectaban ayuda humanitaria para enviar, un no musulmán envió una donación a una mezquita con el siguiente mensaje: “Ustedes ayudaron en Katrina y merecen ser ayudados hoy en su desastre[3].

Ahl al-kitab (أهل الكتاب): Este término alienta el desarrollo de relaciones especiales entre musulmanes, judíos y cristianos. El Corán usa el térmico Ahl al-Kitab (Gente del Libro o Gente de la Biblia) específicamente para referirse los judíos y los cristianos. El objetivo es recordar no sólo a los judíos y cristianos, sino también a los musulmanes, que su herencia religiosa es compartida y que sus raíces religiosas son similares. El Corán dice:

“Di: ¡Oh, Gente del Libro! Convengamos en una creencia común a nosotros y vosotros: No adoraremos sino a Allah, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie como divinidad fuera de Allah. Y si no aceptan decid: “Sed testigos de nuestro sometimiento a Allah” (3:64).

La herencia compartida aquí es el concepto de un solo Dios trascendente, el respeto común de todos los profetas anteriores y la obligación de obedecer las reglas establecidas por Dios.

Wali (والي): Este es un término controversial. Algunos no musulmanes preguntan ¿Por qué el Corán advierte a los musulmanes que no tomen a judíos y a cristianos como amigos? Sin embargo la comprensión y traducción sobre la que está basada esta pregunta es un concepto erróneo: es derivado de algunas traducciones donde la palabra wali es traducida como “amigo”, sin ninguna explicación adicional de sus acepciones ni de su complejidad real. Cuando la gente que no está familiarizada con el árabe lee la traducción, entienden que “amigo” es el único significado, y por esa presunción errónea afirman que el Corán prohíbe a los musulmanes relacionarse con cristianos y judíos.

Pero en realidad, wali significa guardián, protector, aliado incondicional y proveedor. Dios es el wali (guardián) de los creyentes; con este significado se usa con frecuencia en el Corán.

“Allah es el Protector de los creyentes, les extrae de las tinieblas hacia la luz. En cambio los incrédulos tienen como protector a Satanás, quien los conduce de la luz hacia las tinieblas. Esos serán los moradores de Fuego, en el que estarán eternamente” (2:257).

Incluso en el contexto de las relaciones humanas, wali se refiere a una relación de protección, especialmente en situaciones de guerra donde es vital distinguir entre los aliados y los enemigos. Observemos el siguiente versículo:

“¡Oh, creyentes! No toméis a vuestros padres y hermanos como protectores si éstos prefieren la incredulidad a la fe; quienes de vosotros lo hagan serán inicuos” (9:23).

Este versículo se refiere al momento en que los musulmanes recibieron la orden de emigrar de La Meca, donde eran perseguidos, a Medina, donde podrían establecer la primera sociedad Islámica, basada en el respeto y la libertad. En ese contexto Dios le pide a los musulmanes que no se alíen con sus familiares permaneciendo bajo su protección en La Meca, sino que renuncien a este beneficio mundano para establecer una comunidad Islámica y seguir la voluntad de Dios.

Ahora llegamos al versículo que pareciera decir a los musulmanes que no deben hacerse amigos de los judíos o los cristianos.

“¡Oh, creyentes! No toméis a los judíos ni a los cristianos por amigos. Ellos son amigos unos de otros. Y quien de vosotros haga amistad con ellos será uno de ellos. Allah no guía a los inicuos” (5:51).

Esta es la típica traducción que utiliza “amigos” por la palabra árabe awliya’ (أولياء), el plural de wali (والي). Sin embargo cuando aplicamos los otros significados como protectores y aliados incondicionales y observamos el “contexto de la revelación (سبب النزول)” o el contexto histórico, con el fin de entender el uso de la palabra awliya’ concluimos que este versículo se refiere a una situación especial: una de las tribus judías de Medina traicionó a la comunidad musulmana, que estaba luchando por su vida contra los idólatras de La Meca. Conocida como la Batalla de la Trinchera o como la batalla contra los Aliados, consistió en el siguiente evento: el líder judío de la tribu de Banu Quraidah se había comprometido, en un tratado bilateral y en la constitución de Medina, a ayudar a la comunidad musulmana a defenderse de sus enemigos. En lugar de esto, se alió con los mecanos. En medio de esta situación, Dios reveló el versículo mencionado[4].

La conclusión que podemos obtener es que este versículo no prohíbe el desarrollo de relaciones políticas, económicas y sociales con los no musulmanes. Prueba de ello es el ejemplo del Profeta Muhamad (P y B) quien confió en ‘Abd Allah ibn al-Uraiqit, un no musulmán, como guía durante su híyrah (emigración) de La Meca a Medina, a pesar de que los mecanos habían ofrecido una gran recompensa por su captura[5]. Es muy conocido que el Profeta gozó de la protección de Abu Tálib (su tío no musulmán) hasta la muerte de este último. Durante la misión de Muhámmad (P y B) a Ta’if, él fue herido y retornó a La Meca con la ayuda del no musulmán Mat‘am ibn ‘Adi y sus hijos. El Profeta (P y B) estaba tan agradecido que dijo, luego de la batalla de Badr, que si Mat‘am estuviera vivo y le hubiera pedido liberar a los prisioneros, lo habría hecho en honor a él[6]. Adicionalmente, firmó un acuerdo de cooperación con las tribus judías de Medina luego de su emigración, concluyó el tratado de Hudaibiyah con los líderes paganos de La Meca, y aceptó una alianza con la tribu no musulmana Banu Juza‘ah. De hecho, esta tribu participó en la conquista de La Meca[7].

Pero las buenas relaciones con los no musulmanes no fueron aceptadas simplemente por conveniencia; en lugar de esto, relacionarse con todas las personas y comunidades, especialmente con los judíos y los cristianos, es algo fuertemente alentado por el Islam como una práctica universal. Ejemplos de la Sirah (biografía) del Profeta (P y B) y sus Compañeros de cómo tratar a los vecinos no musulmanes y a la gente en general:

El Profeta (P y B) envió regalos para que fueran distribuidos entre los pobres de La Meca a pesar de su hostilidad, envió regalos a los reyes y aceptó regalos de ellos, y asignó una caridad anual a una familia judía pobre en Medina.

Cuando una mujer cristiana llamada Umm al-Hariz ibn Rabi‘ah murió, algunos de los compañeros del Profeta asistieron a su funeral.

Cuando se sacrificó una oveja en la casa de uno de sus compañeros, el Profeta (P y B) envió algo de carne a su vecino judío.

Siguiendo el consejo del Profeta (P y B), ‘Umar ibn al-Jattáb envió a su hermano no musulmán una ropa como regalo.

Él honró a muchos no musulmanes, ya fuera que estuvieran aún vivos o muertos. Por ejemplo, una vez cuando una procesión fúnebre estaba pasando, él se levantó en señal de respeto. Sus compañeros le dijeron que era el funeral de un judío. El Profeta (P y B) preguntó: “¿No es esta el alma de un ser humano?”[8].

El objetivo que busco mostrar en estos ejemplos es que el Corán y las enseñanzas del Profeta (P y B) enfatizan el respeto del Islam por los derechos de las personas, sin importar su religión.

Por: Muhammad Isa García



[1] Lit. Los que reconcilian.

[2] Se usa este término para construcción de paz y resolución de conflictos, así como para pactos y tratados.

[3] Muhammad Abu Nimer y Muhammad Shafiq, “Interfaith dialogue, a guide for Muslims” (Washington, DC: The International Institute of Islamic Thought, 2007), 45.

[4] Ver Tafsir At-Tabari, 5:51. Según la opinión de Ikrimah.

[5] El Néctar Sellado. Safiurahman Al-Mubarakfuri, capítulo sobre la Emigración. (Darussalam Publications 2004)

[6] Narrado en Sahih al-Bujari, “Kitab fi al-Jumus” Hadiz # 3139

[7] Saeed Isma’il, Muslim and Non Muslim Relations (Toronto: Al-Attique International Islamic Publications, 2003), 395.

[8] Narrado en Sahih al-Bujari, “Libro de Entierros: Capítulo sobre Ponerse de pié para el Funeral de un Judío”, Hadiz 1250. También narrado en Sahih Muslim, “Libro de los Entierros: Capítulo sobre Ponerse de pié ante los funerales”, Hadiz 961.

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